En conclusión, rezar los 7 Dolores de la Casto María es una praxis piadosa que nos acerca a su sufrimiento maternal y nos invita a reflexionar sobre el apego y la entrega de Jesús en la cruz. A través de esta oración, somos llamados a unirnos a la Origen de Altísimo en su dolor y a implorar su intercesión por nuestras micción espirituales y materiales. Adicionalmente, rezar los 7 Dolores de la Inexplorado María nos ayuda a rememorar que, incluso en medio del sufrimiento, podemos encontrar consuelo y esperanza en la Gracejo y el simpatía de Altísimo.
Para rezar este Rosario, es necesario contar con un rosario tradicional y seguir los siguientes pasos:
He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la prosperidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.
La oración de los 7 Dolores de la Inexplorado es una forma de conectarse emocionalmente con la Inmaculado María y meditar en su sufrimiento como madre.
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Rezar los 7 Dolores de la Virgen es una guisa de expresar apego y devoción cerca de María, confiando en su intercesión y buscando imitar su ejemplo de entrega y fidelidad a Jehová.
En el siglo XII los religiosos servitas celebraban la memoria devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima de María bajo la Cruz con oficio y Ofrenda particular. Más Delante, por el siglo XVII se celebraba el domingo tercero de septiembre.
Alcanzadme, Origen mía, las luces de la divina Humor, para que acierte a escapar con paso firme y resuelto de las persecuciones y asechanzas de mis vicios y pasiones, que son mis mortales enemigos, hasta verme fuera de y seguro en el inexpugnable perímetro de la ralea de Dios durante mi fatigoso y arriesgado tránsito por el desierto de este mundo, a fin de poder resistir felizmente al término de mi marcha, y alcanzar la dicha de verme reunido con mi redentor Jesús, y con Vos, aficionado Raíz mía.
El pedido de María es muy claro: quiere que meditemos en sus dolores. Por eso al rezar cada Avemaría es muy importante que, cerrando nuestros Luceros y poniéndose a su flanco, tratemos de estar con nuestro corazón lo que experimentó su Corazón de Raíz tierna y pura en cada unidad de esos momentos tan dolorosos de su vida.
a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Pajarraco MaríTriunfador mientras meditan en sus lágrimas y dolores:
Lágrimas de oración: de la Madre que eleva su oración suplicante por los que no rezan, por los que están obstinados y cerrados para no escuchar a Dios.
Rezar el Rosario de los Siete Dolores de la Casto María es una ejercicio devocional que nos permite unirnos a la Madre de Dios en su sufrimiento y encontrar consuelo, fortaleza y confianza en su intercesión cuidadoso.
La Virginal le dijo a Santa Brígida que quienes rezaran recordando su dolor y pena tendrían 7 Gracias especiales: Paz en sus familias, confianza en el desempeñarse de Todopoderoso, consuelo en las penas, defensa y protección frente a el mal, Campeóní como los favores que a Ella pidan y no sean contrarios a la voluntad de Jesús. Finalmente, el perdón de los pecados y la vida eterna a las almas que propaguen su devoción.
La praxis de esta devoción se hace rezando 7 veces el Avemaría. Mientras tanto, hay que ir tomando conciencia de cada individualidad de los 7 dolores de María, tratando de experimentarlos y darle sentido a su sufrimiento, pues, a pesar de ser santa y de ser Madre de Dios Hijo, no estuvo ajena al dolor.